lunes, 21 de diciembre de 2009

EFECTOS DE ALGUNOS CONTAMINANTES EN AMBIENTES ACUATIVOS

HIDROCARBUROS: por ser muy solubles en lípidos (tejido graso) tienden a causar daños en las membranas celulares de todos los seres vivos, en general.
En ecosistemas acuáticos como el Estuario de Bahía Blanca o el Río de la Plata, los hidrocarburos suelen afectar los estadios larvales (o sea formas juveniles de invertebrados y/o algunos peces).
Las partículas de petróleo se depositan junto con los sedimentos pudiendo dañar a bivalvos y crustáceos tornándolos no aptos para el consumo dado que la exposición crónica a diferentes derivados del petróleo puede tener efectos cancerígenos en la especie humana

METALES PESADOS: La exposición a dosis elevadas interfiere con el funcionamiento de enzimas y proteínas necesarias en el metabolismo celular.
Su toxicidad está además asociada con la forma química en que puedan presentarse, ya que esto impacta sobre su solubilidad en los tejidos vivos.
Pueden provocar desde anemias por disminución en la síntesis de hemoglobina, hasta daño renal y hepático crónico, hipertensión, se ha relacionado inclusive el mal de Alzheimer con el aluminio. El cobre es muy tóxico para los vegetales acuáticos y terrestres porque disminuye la tasa fotosintética, e inhibe el crecimiento.
Estos metales pesados como el cobre, cinc, plomo, cadmio, aluminio, o mercurio pueden modificar variables en el agua variando la solubilidad del oxígeno en el medio acuático o su grado de acidez. Estos factores son determinantes para las diferentes especies de algas del fitoplancton y para el zooplancton. Sabemos que el oxígeno es imprescindible para la respiración de los seres vivos, y los organismos acuáticos, incorporan el que está disuelto en el agua, a diferencia de los terrestres que lo tomamos del aire.
Además los metales pesados sufren un proceso llamado de biomagnificación por el cual van concentrándose más a lo largo de la cadena trófica acuática, uniéndose básicamente a los lípidos (grasas) o proteínas de los organismos vivos.
Tiene una concentración , quizás baja en el agua o sedimento acuático, y va aumentando cuando ingresa al fitoplancton, y aumenta aún más cuando este sirve de alimento al zooplancton, y más todavía cuando estos son el alimento de invertebrados mayores y peces, y, finalmente, más, cuando las aves o mamíferos se alimentan de ellos.
Es más, un animal con más tejido graso tenderá a acumular comparativamente, más metal pesado que uno con menos tejido graso. Los peces tienen también tejido graso, aunque no sean llamados “animales de sangre caliente”, lo mismo que algunos invertebrados.
Algunos organismos bentónicos (que viven en el fondo) son por ello, indicadores de contaminación.

Aldo similar ocurre con algunos pesticidas, y ha sido estudiado con pesticidas prohibidos como el DDT.

No hay comentarios:

Publicar un comentario